Las playas de Portugal son uno de esos paraísos cercanos, muchas veces desconocidos, que una vez descubiertos impresionan y deslumbran. El país ofrece una inmensa variedad de posibilidades, comenzando por sus mágicas ciudades y pequeños pueblos, pasando por su sabrosa gastronomía o su naturaleza abrupta y salvaje. Sin duda, todos ellos, son un reclamo para los viajeros que deciden pasar sus vacaciones en Portugal y quedan seducidos y atrapados por su belleza incomparable. Y es que, uno de sus mayores atractivos son los más de 900 kilómetros de bellas costas bañadas por el Atlántico que posee solo la parte continental.
Playas de Portugal
Se inicia el recorrido por algunas de las más hermosas playas de Madeira, como la de isla de Porto Santo, con 9 kilómetros de suave arena amarilla. Se caracteriza por ser la única en Europa que se puede utilizar para tratamientos de salud humana por sus propiedades terapéuticas. En las Azores, la isla de Santa María, la tercera más pequeña del archipiélago, cuenta con una playa de cerca de un kilómetro de templadas aguas con zonas balnearias, o la Praia Formosa, un arenal fino y claro muy conocido por el turismo.
Setúbal, uno de los más desconocidos paraísos del país vecino, cuenta con una impresionante costa de 45 kilómetros de playas, donde se encuentra la playa Heredad de la Comporta, un arenal blanco de 12 km de fina arena, una de las pocas playas salvajes que aún existen, repleta de dunas, arrozales y aves. Está situada a continuación del Arenal de Tróia, otra zona de enorme encanto algo más concurrida. Aquí también destaca la Praia Portinho da Arráida, una playa salvaje de arena blanca y cristalinas aguas, situada en una villa de pescadores integrada en el paisaje natural de la Sierra de Arrábida.
Para los amantes del deporte, Cascais es su paraíso, especialmente la playa de Guincho, una de las mejores para practicar deportes náuticos. Por este motivo, este marco paisajístico incomparable es sede de numerosas competiciones deportivas tanto nacionales como internacionales. La playa se extiende hasta los peñascos del Cabo de la Roca, el punto más occidental de toda Europa. Por su parte, uno de los espacios al aire libre más bonitos de Portugal es la Playa de Meco, en Sesimbra, es conocida como la meca del naturalismo en el país luso. Se trata de una playa protegida por un acantilado de arcilla.
Las mejores playas del Algarve
Pero muchas de las playas más bonitas y espectaculares de todo Portugal están en el sur. El Algarve cuenta con interminables arenales, pasando por abruptos acantilados hasta pequeñas bahías resguardadas de las rocas, todos ellos, bañados por aguas cristalinas y dorados rayos de sol. Una estampa única en el mundo.
Se puede iniciar este tentador recorrido por su costa oeste con playas como Arrifana, una preciosa cala situada a 10 kilómetros de Aljezur, que queda protegida por impresionantes acantilados. Más abajo está la Playa de Castelejo, cercana a Sagres, donde el blanco característico deja paso al ocre y a los cantos rodados. Un paisaje sorprendente pero de enorme belleza. El entorno se accidenta en Praia Do Beliche, cercana al Cabo de San Vicente, es una de las más tranquilas, con un perfil escarpado en una pequeña bahía dominada por la piedra. Es la favorita tanto de surfistas durante el día, como de pescadores al atardecer.
La impresionante Praia Dona Ana es considerada la más bonita de todo el Algarve. Situada en la conocida Costa de Oro, está resguardada del viento por unas espectaculares rocas de tonos dorados. Posee un riquísimo fondo marino, con erizos, estrellas de mar o bancos de peces. Además, cuenta con numerosos barrancos, grutas y cuevas formadas por las aguas dulces y saladas.
No podemos dejar atrás una de las mejores playas del mundo según la Guía Michelin, y escenario de varios anuncios, la Praia Marinha. Es famosa por su gran transparencia que permite ver toda la biodiversidad de la zona. Se encuentra en un enclave privilegiado resguardado de acantilados y, a pesar de su gran afluencia, su encanto es innegable. Junto a esta, otra de las imprescindibles es Ponta Piedade, situada en Lagos. Se trata de un monumento natural con formaciones rocosas de hasta 20 metros de altura, lo que la hace uno de los puntos de mayor interés fotográfico de toda la región. Cercana a ella, la Praia Do Camilo es otro paraíso de cálidas y cristalinas aguas al que se accede a través de 200 escalones de bajada. Una vez aquí, se puede ir recorriendo mediante un sinfín de calas a las que se accede entre espectaculares arcos de piedra o a nado.
La Praia dos Caneiros, situada también en Lagos, es otro de esos enclaves con un encanto especial. Se localiza frente al acantilado Leixao da Gaviota y en un entorno rodeado de rocas, donde sus aguas derrochan transparencia y furia. Cercana a esta, la Playa Carvoeiro está también protegida por rocas. Es una zona de pescadores y un centro turístico muy cosmopolita.
Otra zona de playas de espectacular belleza está en Alentejo, Praia da Carrapateira o la de Zambujeira do Mar, situadas en el corazón del Parque Natural de Suroeste Alentejo y Costa Vicentina. Son zonas de arenales y dunas poco frecuentadas y cuentan con impresionantes acantilados que ofrecen panorámicas inolvidables. Pero si se busca un paraíso perdido, la playa de Isla Desierta es una de las mejores playas y menos concurridas. Se compone de diez kilómetros de tranquilo arenal situado en un área deshabitada de la Ría Formosa. Su cordón de la duna ha sabido preservar tanto su vegetación como su fauna. Además de estas, existen otras muchas playas de una belleza singular como Rocha, São Rafael o la pequeña isla de Tavira, que junto al resto forman un conjunto natural de gran riqueza.
El turismo en Portugal se ha convertido en uno de los más concurridos de Europa, precisamente por su impresionante naturaleza extrema y salvaje a la vez que suave y tranquila. Desde sus playas más visitadas, a sus numerosos paraísos escondidos, son dignos de ser admirados al menos una vez en la vida. Viajar a Portugal es disfrutar de todos los sentidos.
Deja una respuesta