Portugal es uno de esos destinos cercanos que a veces dejamos de lado en nuestras vacaciones, pero que encierra una gran cantidad de tesoros tanto naturales como arquitectónicos. Entre estos últimos se encuentra la conocida como Ruta del Patrimonio que incluye, entre otras maravillas los monasterios de Batalha, Alcobaça y Tomar.
Tres monasterios para empaparse de la historia y la cultura portuguesa
¿Buscas templos declarados patrimonio de la humanidad? Pues estás de enhorabuena porque estos tres templos religiosos gozan de este reconocimiento de la Unesco desde los 80. ¿Quieres conocer la historia y la cultura portuguesa? Pues acércate a ellos porque encierran muchas sorpresas. Adentrarse por sus muros es volver al pasado, pero también pensar en el futuro de esta nación.
El monasterio de Batalha. Una joya del siglo XIV
¿Por qué se llama monasterio de Batalha? Aunque su nombre oficial es Monasterio de Santa Maria da Vitória, se lo conoce más como monasterio de Batalha y no es por casualidad. De hecho, su construcción es consecuencia de una batalla, concretamente, en la que el rey João I venció a los castellanos en 1385 en Aljubarrotaen y antes de la cual había prometido a la Virgen tal ofrenda si él y sus tropas salían victoriosos.
En este monasterio gótico destacan aspectos como la Sala do Capítulo, el Claustro real o la Capela do Fundador. Así como los detalles manuelinos incorporados en los siglos XV y XVI. En el siglo XVIII estuvo al borde de la ruina tras las guerras napoleónicas y el terremoto de 1755, pero luego fue restaurado como un símbolo de la independencia portuguesa.
Alcobaça. La semilla del gótico portugués
Más antigua todavía es la Real Abadía de Santa María de Alcobaça, cuya construcción data de 1174 y fue la primera construcción gótica en Portugal. Las obras hidráulicas que tuvieron lugar en su construcción dieron fertilidad a toda la zona y la convirtieron en una de las más ricas del país. El monasterio se caracteriza por su sobriedad, pues fue construido por la Orden del Císter, pero eso es, en gran medida, lo que impresiona de él. Además, en el podrás visitar las dependencias donde residían los monjes y hacerte así una idea de su estilo de vida.
Tomar, un convento construido por los templarios
Otro pueblo con gran historia es Tomar. La orden del Temple se lo conquistó a los musulmanes en el siglo XII y rápidamente procedieron a construir un castillo y templo que pronto sería su sede principal en la zona. Luego lo heredó la Orden del Cristo y este Convento de Cristo de Tomar se ha ido ampliando bajo diversos estilos desde entonces.
La ruta del Patrimonio portuguesa, con la visita a los conventos de Batalha, Alcobaça y Tomar, es todo un placer para los sentidos y toda una lección de historia y de cultura.
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