Los portugueses son los principales consumidores de bacalao a nivel mundial. Las razones hay que buscarlas en el convenio firmado en 1353, por Pedro I de Portugal y Eduardo II de Inglaterra. Mediante esta rúbrica, ambas naciones acordaron que pescadores de Lisboa y de Oporto pudieran capturar bacalaos en las costas inglesas durante 50 años. Pasado el tiempo, en el siglo XIX los pescadores lusos dejaron de navegar para apresar a esta especie y pasaron a importarla. La salazón de este pescado, que lo convertía en una alimento no perecedero y de fácil conservación, lo situó entre las mejores opciones nutricionales del país. Accesible a gran parte de la población por su -entonces- bajo coste, el bacalao adquirió una gran trascendencia en la cultura de Portugal. Una importancia que sigue presente hoy en las tradiciones de Portugal.
De este modo, al viajar a Portugal son numerosos los turistas que optan por este pescado para sumergirse en su oferta culinaria. El bacalao de Portugal se prepara de muchos modos: a la plancha, cocido, asado o en ensalada, por ejemplo. De hecho, en la nación lusa se presume de la existencia de más de mil maneras de cocinar este pescado blanco, de bajo contenido en grasas y rico en vitaminas B1, B2, B6 y B9 así como en potasio o fósforo. Sin embargo, una de las recetas más populares es la del bacalao a la portuguesa.
Para su preparación, se necesita:
- Bacalao desalado
- Patatas
- Huevos cocidos
- Cebollas
- Ajo
- Aceitunas negras
- Pimienta
- Perejil
- Aceite de oliva
- Sal
Esta elaboración se inicia con el escaldado de los lomos de bacalao en agua hirviendo durante dos minutos. Pasado este tiempo, se retira el pescado y se corta en lascas.
A continuación, se cuecen las patatas con la piel. Unos veinte minutos suelen ser suficientes. Una vez listas, se trocean en rodajas no muy finas.
Mientras tanto, se puede optar por cocer también los huevos, que después se emplearán.
Posteriormente, habrá que poner una sartén al fuego con aceite de oliva. Una vez esté caliente, se incorpora la cebolla y el ajo picados para que se pochen. Se salpimenta al gusto.
Pochados estos ingredientes, se necesita una fuente de horno. En el fondo, se colocarán las patatas. Sobre ellas, se incorpora el bacalao y se añade parte del sofrito anterior. Pasados 5 minutos en el horno a 180ºC, se añaden los huevos cortados en rodajas, las aceitunas, el perejil picado y el resto del sofrito. Nuevamente, se hornea 5 minutos.
Transcurrido este tiempo, la receta estará lista para llevar a la mesa. Eso sí, su clave está en que sea degustada caliente.
En definitiva, el bacalao, presente en las cocinas de todo el mundo, adquiere en los fogones portugueses su sabor más particular. Es, en la gastronomía de Portugal, donde esta especie es el capitán.
Fernando Tavares dice
Para comer,PORTUGAL